Cuántas Bologna vimos... la Bologna de los amigos, la de la rica comida, esa que descubrimos paso a paso con el mapa en la mano, la de los arcos interminables. Y cada una fue distinta e igual de bella y acogedora. ¡Qué hermosa ciudad!, qué colores, qué elegancia, cuánta historia. Un placer conocerla...
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